Tensó sus viceras
reclamando el derecho
a reunir cuál virtudes
las piedras del amanecer.
No sólo el errante
sentido del sí mismo
buscaba impaciente
el projecto del atardecer.
El otro agoniza
con piel mestiza
y ve en el sereno
un patron dormir.
Tensó nuevamente
su piel frente al enemigo
y cegando sus ojos
con belleza extrema
le dio a sus ideas
el arte del morir.
Así dscubrieron un cuadro famoso
donde algunos hombres podían vivir.
El que a ojos de hombres
otro mismo hombre
ocultó por siglos
su posible existir.
Hombres sin pieles
que extravian sentido
a ñiños y hombres
de dulce parir.
Ahora la tierra era libre y libre el destino
y sólo el sentido les dio dirigir.
Despiertate pronto niño blanquesino
niño adormecido, niño del vivir...
que futuro incierto el del hombre necio
que con paso cierto no ha de construir.
Escribe la rosa
sensible de un alma
tierna y morena
que con palabras serias
ha forjado el vivir.